¿Qué poder esconde la correa morada?
Moda, arte y refugios unidos en un mismo gesto inesperado
Es septiembre de 2025 en Estados Unidos y la cifra me sacude de golpe: menos del 20% de los refugios para víctimas de violencia aceptan mascotas. La estadística no es fría, es cruel: significa que alguien puede decidir quedarse en un lugar peligroso solo porque su perro o su gato no tiene dónde dormir. El dilema es desgarrador: salvarse sola o salvarse acompañada. Y ahí aparece un nombre repetido como mantra —Purina, junto con la actriz Sarah Hyland y la organización RedRover— para demostrar que el coraje también puede tener textura, diseño, ladrillos y hasta un color: el morado.
“Una correa puede ser una cárcel o una llave”. Esa frase me viene a la mente mientras sigo el rastro de un proyecto que nació en 2019 y que hoy ha cambiado más de 55 refugios en todo Estados Unidos.
Origen: ¿Qué une a Sarah Hyland, Purina y los refugios para mascotas? – THE MASCOTAS NEWS
¿Por qué Sarah Hyland y Purina hablan de coraje en morado?
Una colección que mezcla dolor, moda y ladrillos en la misma ecuación
Sarah Hyland no se limita a poner la cara en un anuncio. Ella presta su historia, la expone sin maquillaje y con esa vulnerabilidad arma la “Courageous Together Collection” para Purina, una línea que financia cambios reales en refugios. La estética es sencilla y potente: tote bags, sudaderas para humanos y mascotas, collares y charms, todo orbitando en torno a la correa morada.

Lo fascinante es que la colección no se agota en octubre ni en la temporada de turno. El morado se convierte en código permanente, en recordatorio cotidiano de que la salida existe y de que la compañía peluda no tiene que sacrificarse.
“El coraje no es eslogan, es infraestructura.”
https://newscenter.purina.com/2025-09-22-Purina-Partners-with-Sarah-Hyland-to-Launch-Limited-Edition-Collection-to-Support-Domestic-Abuse-Survivors-and-Their-Pets
Talismán contemporáneo: la joyería que late con propósito
Entra en escena Coastal Caviar, la firma de Kelly Bozigian, que se encarga de que esa correa morada se convierta en amuleto urbano. Collares y charms que no son simple accesorio, sino memoria tangible de resistencia.
No se trata de disfrazar un trauma con bisutería barata. Se trata de codificar una historia de amor y supervivencia en objetos que, además, financian más puertas abiertas en refugios. Lo que antes era un pendiente ahora es un pasaporte a un espacio seguro.
Dónde comprar y cuánto transforma
La colección está disponible solo en shop.PurpleLeashProject.com. Y aquí está la jugada maestra: el 100% de las compras se dona a RedRover a través del Purple Leash Project. Ni medias tintas, ni excusas de campaña.
Cada tote o sudadera se convierte en recursos para refugios que adaptan sus salas y patios a quienes llegan con mascotas. No es marketing vacío; es ladrillo, es cama, es patio vallado.
Un vínculo que sostiene más que cualquier terapia
Sarah Hyland lo dice sin adornos: su perro es ancla y espejo en los días más oscuros. Esa compañía no es cursilería, es tecnología emocional de supervivencia. Y eso lo entiende cualquiera que haya dormido con un animal al lado en noches difíciles.
Lo simbólico se convierte en acción: la colección transforma lo invisible en lenguaje visible. Una sudadera que grita lo que muchos callan. Un charm que dice sin palabras: “Me voy, pero me voy con mi perro”.
Más de 55 refugios transformados desde 2019
Desde que nació el Purple Leash Project, más de 55 subvenciones han cambiado el mapa. No son cifras abstractas: son casetas nuevas, patios seguros, quirófanos improvisados, habitaciones adaptadas.
Imagina una mujer llegando con su perro a un refugio que antes le habría cerrado la puerta. Ahora hay espacio. Ese giro logístico salva historias completas. Y todo por una correa morada que ya no es símbolo sino herramienta.
Escultura “Courageous Together”: cuando el arte enseña a huir
La artista Kristen Visbal —sí, la misma de “Fearless Girl”— congeló en bronce a una mujer y su perro dando el primer paso unidos por una correa morada. Se llama “Courageous Together” y resume el guion: dejar atrás el peligro sin abandonar al compañero.
El arte aquí no decora, educa. Funciona como monumento pedagógico y como recordatorio público de que el silencio mata, mientras el gesto de avanzar puede salvar.
El objetivo: del 10% al 25% de refugios pet-friendly
En 2019 apenas un 10% de los refugios permitía mascotas. Hoy rozan el 20% y Purina y RedRover se han puesto una meta clara: alcanzar el 25% para finales de 2025.
El número no es solo estadística, es promesa auditable. Y si se cumple, miles de salidas que antes eran imposibles se harán realidad. Cada perro, cada gato, cada persona contará distinto.
Retro, futurista y vintage en un mismo gesto
La correa morada hereda el estilo de campañas cívicas del siglo XX: símbolos claros, colores con mensaje, insignias mínimas. Y lo actualiza como identidad cultural portátil.
Las sudaderas y charms son wearables con relato retro y utilidad futurista: financian infraestructura. Y el toque vintage lo pone la idea del amuleto: un objeto que envejece bien, cargado de historias y resistencia.
La voz de Purina: inversión, no caridad
Nina Leigh Krueger, CEO de Purina, no recurre a frases condescendientes. Agradece a sobrevivientes como Hyland su valentía, pero lo convierte en compromiso financiero y político. No se trata de aplausos, sino de presupuesto, de ladrillos, de camas, de patios que ya existen.
“Arte, moda y narrativa sirven si abren puertas.”
Lo que falta: velocidad y mantenimiento
El desafío ahora no es la idea, ya probada, sino la escala. ¿Cómo crecer rápido sin perder calidad? Los refugios necesitan protocolos, limpieza, veterinarios, seguridad. No basta con abrir la puerta; hay que sostenerla en el tiempo.
La infraestructura social no se mide en likes ni en ventas puntuales, sino en mantenimiento. El glamour queda corto ante esa palabra aburrida pero decisiva: persistencia.
Epílogo: la correa invisible en mi muñeca
Camino imaginando una correa morada atada a mi muñeca. Y pienso que, a veces, la moda sí cambia la vida, aunque sea medio metro hacia delante en un mundo que se resiste a moverse.
Un tote, una sudadera y un charm parecen poco. Pero en secreto son planos de un refugio. Cada compra es un ladrillo, un pasillo iluminado, una puerta abierta.
Johnny Zuri
“Si algo merece ser vintage, que sea el recuerdo de cuando huir con tu mascota era un privilegio y no un derecho.”
El futuro lo dirá: ¿veremos ese 25% en 2025? ¿O quedará el morado como simple color de campaña? Yo apuesto a que la correa seguirá marcando el paso, porque a veces el amor se mide en ladrillos, pero también en accesorios que se convierten en salvavidas.
