Mucha gente piensa que no se puede llamar a un partido de ultraderecha cuando ellos y ellas aseguran hasta la saciedad que no lo son ni hay razonamientos para decir que lo son. Simplemente cuelgan el San Benito y a marginar al partido y, lo que es peor, a sus votantes.
Lobos con piel de cordero abundan en España…
Si ultraderecha es dirigir los recursos y legislar con eficacia buscando el interés general…
¿Por oponerse a la Ley de violencia de género que reparte miles de millones de euros entre miles y miles de asociaciones feministas sin que disminuya el problema real de las víctimas de la violencia?
Llamar extrema derecha a Vox no es sino un mantra repetido para seguir cobrando subvenciones. Es la práctica de los chiringuitos y de los Medios de Comunicación. Todos y todas «maman» de esa teta que pagamos todos con nuestros impuestos, cuando pagamos la gasolina, el pan, etc…