Dicen que quieren perseguir delitos, pero lo cierto es que el Gobierno barre las redes sociales en pos de mensajes que no son necesariamente ilegales, pero que son críticos. El propio Ministro del Interior se refirió a ellos como «discursos peligrosos». LA CENSURA ESTÁ EN MARCHA.
No solo youtubers como UTBH se están viendo amenazados por la dictadura mediática que se está intentando promover desde el Gobierno de España. También numerosos periodistas, medios de comunicación y ciudadanos críticos.
El ministro aseguraba que los funcionarios públicos están controlando las redes sociales… Y dice que «con el fin de revisar ciertos alegatos que puedan ser peligrosos o bien delictivos»… ¡Bien! ¿Y quien decide eso? ¿Quién decide que son «campañas de desinformación»? ¿Cómo es posible que el Gobierno más mentiroso de la historia de España quiera convencernos de que son ellos y sus medios subvencionados y aliados los más indicados para decidir quien miente en las Redes?
Por supuesto que todos aquellos que denunciamos que esto no es sino un intento a la desesperada por hacerlo todo por eliminar a la disidencia.
La oración del ministro Marlaska fue el detonante de una intensa polémica. Él ya establecía una clara distinción entre los alegatos potencialmente «delictivos» y aquellos sencillamente «peligrosos».
«Hay elementos que vemos diariamente y que, sin envolver carácter delictivo, tratan de intoxicar, ocasionar desasosiego y de manipular a la opinión pública», precisan fuentes del ministerio. «No solo forma un atentado contra la salud democrática, sino más bien y asimismo un atentado contra la salud pública, en tanto que la materia prima de muchos de los bulos y desinformaciones que se están lanzando estos días no es otro que algo tan esencial y crítico como la propia salud».
Las declaraciones de Grande-Marlaska se han unido en los últimos días a otras 2 polémicas relacionadas con el control de la información. Una, la reciente restricción del reenvío de mensajes en WhatsApp y cuyo dueño es Fb, un claro aliado de George Soros, el Gran Magnate que financia los delirios dictatoriales de la izquierda actual en el mundo.
Aseveran querer combatir las fake news, mientras que todos y todas vemos como la Gran Fake News son ELLOS Y ELLAS.
Seguidamente, el cuestionamiento de las compañías periodísticas contratadas por Fb para advertir los bulos y eludir su propagación NO PUEDEN dejarnos menos que muy intranquilos. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que la pareja de La Sexta es mínimamente objetiva a la hora de decidir lo que es o no un bulo?
Si bien se trata de ir analizando hechos independientes, el caso es que, como comenta muy bien EL MUNDO, se han tergiversado como una parte de un mismo plan. Conservadores y líderes de opinión de la sociedad de España apuntaron a un supuesto pacto entre el Gobierno, Fb y las compañías encargadas de la verificación de contenidos con el propósito de limitar la libertad de expresión. Y no es casual que George Soros ande detrás de todos estos y estas.
Desde el canal oficial de Vox aun animaron a sus simpatizantes a migrar a otro servicio de correo, Telegram, para «defender a España sin censura».
«Cualquier Gobierno de cualquier país controla todo cuanto está pasando para conocer la opinión de los ciudadanos frente a las medidas que lanzan», asevera Baños. No obstante, incide en que estas acciones de control ciudadano son «un campo delicado».
Los «discursos peligrosos» son una zona gris. Interior reconoce que se identifican por medio de mecanismos diseñados para «detectar y perseguir cualquier forma de ciberdelincuencia».
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