¿Qué se considera coche ecológico? Los vehículos alternativos ecológicos y la alternativa que no contamina…
La última vez que acudí al Salón del Automóvil de Ginebra fue en 2019, y ya entonces estaba claro que la apuesta por los coches 100% eléctricos iba a ser muy fuerte. Las ventajas son ciertamente interesantes, lo vemos cada año que pasa con más claridad, pero esta apuesta podría salir mal porque no todo son buenas noticias para estos vehículos.
Según nos comentan en la web https://www.despiecesde.com/ ya hay coches tan silenciosos como los eléctricos y sólo emiten “agua”, pero hasta ahora su relevancia es muy limitada. Solo hay 11,000 autos equipados con celdas de combustible de hidrógeno en el mundo, la mitad de los cuales se conducen en California, dicen desde la web especializada en piezas de vehículos.
Matt Harrison, jefe de ventas de Toyota Europa, dijo que la compañía espera que el precio de los autos de hidrógeno alcance el nivel de los híbridos en una década. La ciudad de Tokio ya tuvo más de 100 autobuses de hidrógeno durante los Juegos Olímpicos de 2020, y llegaron a los 40.000 coches circulando ese año por sus carreteras.
En febrero de 2019, en los Estados Unidos solo había 6.500 vehículos de este tipo en todo el país. La falta de infraestructura, claramente detrás de los puntos de recarga eléctrica, es un problema evidente de adopción en este país. Como explica un experto, una de las grandes diferencias con los eléctricos es que se pueden recargar en casa, a diferencia de los de hidrógeno en los que todo es infraestructura pública.
El más claro, el de su modo de repostaje, es muy parecido al de los coches de combustión. En nuestro país, la Asociación del Hidrógeno de España ha indicado que deberían circular 140.000 coches de hidrógeno en nuestro país en 2030, una estimación ciertamente ambiciosa que se topa con una realidad evidente, que no hay un plan nacional del hidrógeno…
Este no es el único obstáculo al que se enfrentan estos vehículos, que son tan caros, si no más, que los coches eléctricos con los que compiten. Sin embargo, en Japón la apuesta parece clara, y los subsidios para la compra de estos vehículos se suman a los que ofrecen para que algunas empresas puedan instalar centrales hidroeléctricas para repostar de forma rápida, sencilla y eficiente.
La alternativa está ahí, pero tendremos que esperar y ver si el interés de Japón en estos vehículos es suficiente para llevarlos a su adopción.
Vemos una gran cantidad de marcas presentando sus nuevos coches eléctricos, ya sea como un concepto de futuro o como un vehículo que ya está listo para entrar en producción. Los últimos en hacerlo fueron los chicos de Porsche, que nos mostraron su Taycan Turbo, pero ahora le toca el turno al Hyundai 45, el nuevo vehículo eléctrico de la marca que cuenta con un interesante diseño que combina retro y futurista.
Según ha revelado la propia compañía, el diseño del Hyundai 45 está inspirado en gran medida en el Hyundai Pony comercializado entre 1975 y 1990. Sin embargo, también hay una gran cantidad de toques futuristas, como su línea delantera o trasera. Ángulos de 45 grados forman la parte delantera del coche.
Curiosamente, el Hyundai 45 incorpora una serie de LED en el lateral, donde indica el nivel de carga de su batería incorporada. En cuanto a su batería y propulsión, la marca no ha revelado prácticamente ningún detalle del coche, manteniendo también en secreto la supuesta autonomía que tendrá. En el interior, hay una pantalla gigantesca en el salpicadero, acompañada de una interfaz que se proyecta sobre la madera contigua.
Y en Hyundai tienen claro lo que quieren lograr, que no es más que ser, para 2025, el principal proveedor de movilidad eléctrica en Europa. Con este objetivo en la agenda, la compañía está trabajando para ofrecer vehículos que se destaquen entre la multitud, así como tecnologías que lo hagan todo más fácil.
El año pasado, por ejemplo, vendieron 60.000 vehículos eléctricos en nuestro continente, lo que corresponde al 13% de las ventas totales de la compañía en Europa, cifra que prevén aumentar a 560.000 unidades en medio año. Pero además de la electricidad pura, Hyundai también apuesta por el hidrógeno como alternativa a la movilidad, especialmente para los vehículos grandes.
Para 2025, que parece ser el año clave que ejercen en la empresa coreana, Hyundai tendrá más de 1.600 camiones propulsados por celdas de combustible, una tecnología que transferirán al transporte marítimo o que ya utilizarán en la feroz competencia de los vehículos eléctricos.
Los números impares en la línea Ioniq son SUV, mientras que los números pares son sedanes. Partiendo de lo obvio, el diseño, el Ioniq 5 está inspirado en el Hyundai Pony, el primer modelo de producción de la compañía. Lo más llamativo y que sigue siendo una marca personal del coche, son los faros, tanto delanteros como traseros, formados por faros pixelados en forma de “U” cuadrada.
Cada uno de estos rectángulos tiene 246 píxeles individuales, y los de la parte posterior muestran un patrón horizontal en forma de rectángulo, que en realidad corresponde a un carácter del alfabeto coreano. Escondidos entre los faros, en esta zona negra que conecta a los dos conductores, están todos los sensores que ayudan a operar las ayudas y ayudas a la conducción. Continuando con el frente, el Ioniq 5 viene equipado con el primer capó con solapa de Hyundai, que mueve los cortes del capó a los lados de la carrocería, lo que le da a todo un aspecto más limpio.
La versión de 170 CV
El modelo de tracción total con dos motores tiene una potencia de 300 hp, pero no estaba disponible para pruebas. Lo primero que te llama la atención al pisar el Ioniq 5 es su espacio, tanto en la parte delantera como si te das la vuelta y miras hacia atrás. La zona central entre los asientos, con consola deslizante, es enorme, con espacio para guardar incluso una mochila, así como cargador inalámbrico, portavasos, bandeja para dejar objetos grandes, reposabrazos, etc.
Una vez que pones el vehículo en marcha, sientes como es un automóvil robusto, con un tacto muy especial, dirección pesada y un volante muy grueso, lo que le da esa sensación de un automóvil grande que no parece de diseño.