¿Liderando? Así es como Air France implementa tecnologías sostenibles para enfrentar el futuro de la aviación
La aviación es un sector en constante evolución y Air France es una de las aerolíneas más importantes a nivel mundial. Su futuro es un tema de gran interés para el sector y para los viajeros. En este artículo, exploraremos cómo Air France está preparándose para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades del futuro de la aviación. Desde la implementación de tecnologías sostenibles hasta la adaptación a los cambios en los patrones de viaje y en las demandas de los clientes, veremos cómo Air France está liderando el camino hacia un futuro más prometedor para la industria de la aviación.
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Quien da pronto da dos veces.
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Air France-KLM
Ha firmado dos contratos a largo plazo con los proveedores de combustible sostenible para aviación (SAF) Neste y DG Fuels por un total de 1,6 millones de toneladas. Estos contratos representan un primer paso hacia el objetivo de la empresa de utilizar un 10% de SAF para 2030 y cubrirán aproximadamente el 3% de ese objetivo. Las primeras entregas se esperan para 2023. Como líder en el uso de SAF, Air France-KLM demuestra su compromiso de hacer que el sector de la aviación sea más sostenible y toma medidas concretas al firmar estos acuerdos de suministro a largo plazo para satisfacer las necesidades de SAF de sus aerolíneas en los próximos años. Actualmente se están llevando a cabo conversaciones para agregar más proveedores a fin de establecer una red diversificada que pueda cubrir las necesidades de suministro en todo el mundo. Con el objetivo de reducir en un 30% sus emisiones de CO2 por pasajero/kilómetro para 2030 en comparación con 2019, Air France-KLM se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF para 2030 y a renovar su flota. Al comprometerse con estas compras a largo plazo de SAF, la empresa apoya el desarrollo de la industria de producción de SAF, que todavía se encuentra en sus primeras etapas a nivel mundial (en 2021, la producción de SAF representó el 0,01% del combustible para aviones consumido en todo el mundo), lo que se traduce en precios tres a cuatro veces mayores que los del queroseno convencional. Al aumentar el uso y la demanda de SAF, Air France-KLM espera poder contribuir a una mayor producción comercial de SAF para una adopción más amplia para 2030. Estos acuerdos son clave para el compromiso de descarbonización de la empresa, que será reforzado por más iniciativas ambientales en el futuro. Sin embargo, el objetivo global de cero emisiones netas para 2050 solo podrá alcanzarse si todas las partes públicas y privadas trabajan juntas para hacer que esta transición sea un éxito, lo que podría incluir incentivos como los que ya existen en los Estados Unidos y, en particular, en el estado de California.
Airbus ha alcanzado un hito histórico en el desarrollo de la aviación eléctrica con el vuelo del E-Fan 2.0, el “primer avión del mundo totalmente eléctrico que despega por su propia propulsión” en cruzar el Canal de la Mancha. Durante el vuelo de pruebas de 36 minutos que recorrió una distancia de 74 kilómetros entre Lydd, Inglaterra, y Calais, Francia, Airbus Innovaciones Group ha optimizado significativamente el rendimiento energético del E-Fan y ha realizado mejoras, como la instalación de nuevas y más potentes baterías de iones de litio, lo que ha permitido al avión tener una autonomía de vuelo de una hora. En la fase de prediseño para el E-Fan 2.0, la primera aeronave biplaza totalmente eléctrica del mundo que se usará para el entrenamiento básico de pilotos, Airbus también está desarrollando el concepto de propulsión híbrida y planea incorporar un sistema híbrido en el E-Fan 4.0, una versión de cuatro plazas para entrenamiento y autorización de pilotos de aviación general.
La industria de la aviación es una de las más comprometidas con la sostenibilidad y la reducción de su impacto ambiental. Aunque solo representa entre el 2% y el 3% de las emisiones globales, ha sido una de las más cuestionadas por reguladores y activistas medioambientales. Airbus, uno de los principales fabricantes de aviones del mundo, ha establecido una estrategia que incluye diseñar aeronaves de bajo consumo de combustible y reducir las emisiones de NOx y CO2, utilizar un sistema de gestión medioambiental ISO 14001 para gestionar la huella de sus operaciones industriales, colaborar con proveedores para seleccionar materiales éticos y responsables con un impacto mínimo en el medio ambiente, promover combustibles sostenibles y soluciones de gestión del tráfico aéreo para ahorrar combustible a lo largo de la vida útil de las aeronaves, desmantelar aeronaves de manera que maximice la reutilización y el reciclaje, y trabajar en el diseño y fabricación de nuevas aeronaves con alternativas de propulsión eléctrica o hidrógeno y el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF).
Modelo de vuelo a escala del Flying-V completa exitoso vuelo inaugural.
El modelo de vuelo a escala del Flying-V, un diseño de aeronave energéticamente eficiente desarrollado por la Universidad Técnica de Delft, ha completado un exitoso vuelo inaugural. El equipo liderado por Roelof Vos llevó el modelo de 22,5 kg y 3 m a una base aérea en Alemania para realizar pruebas de vuelo junto con un equipo de Airbus. El piloto tuvo que despegar, realizar maniobras de prueba y aproximaciones hasta que las baterías estuvieran casi vacías y aterrizar con éxito. KLM Royal Dutch Airlines es socio en el proyecto.
La tecnología del hidrógeno es un gran desafío para la industria aeronáutica, que está tratando de utilizarlo como combustible para la aviación. Durante los próximos años, expertos llevarán a cabo una revisión completa de la cámara de combustión, el combustible y los sistemas de control del motor para hacerlos capaces de manejar el hidrógeno líquido. Si todo va bien, el avión modificado se convertirá en el prototipo de una gama de motores de diferentes tamaños y tipos que propulsarán aviones de distintas configuraciones, incluidos los tres conceptos ZEROe de Airbus. Además de ser más sostenible, el hidrógeno también es más ligero que el combustible para aviones, lo que puede mejorar la eficiencia energética de los aviones. Sin embargo, hay una serie de obstáculos técnicos y logísticos que deben superarse antes de que el hidrógeno pueda convertirse en la opción por defecto.
