En 2019 no paran de producirse rebeliones en america latina pero también en otras partes del mundo – En diciembre llegaba a Colombia, y Chile en la mierda.
Las quejas que se empezaron a hacer un par de semanas han mantenido este miércoles el pulso en la calle contra la política económica del Gobierno de Iván Duque.
5 diciembre de 2019
El tercer paro nacional citado desde el pasado veintiuno de noviembre en Colombia ha congregado a decenas y decenas de miles y miles de personas en las primordiales urbes y los líderes sindicales y estudiantiles optaron de nuevo por la fórmula de la destrucción y la huelga general. Las hordas de barbarie se reunieron a la altura del Parque de los Hippies, una plaza que se ha transformado en epicentro de las movilizaciones, de colectivos estudiantiles, músicos, feministas…. lo de siempre.
Las cacerolas dieron paso a los cantos indígenas y las calles se llenaron de bastones, banderas y poporos de las comunidades indígenas de Colombia. Del Cauca, en el suroeste del país, llegaron quinientos cincuenta miembros de la guardia indígena y encabezaron la movilización. Fueron vitoreados al entrar a la Plaza de Bolívar. Habían viajado veinte horas en autobuses tradicionales.
Solicitan que el Gobierno los escuche y detenga la matanza de por lo menos ciento treinta miembros de sus comunidades. Fuerza, fuerza, guarda, guardia, el pueblo no se rinde, carajo, son las frases que marcaron el recorrido que transcurrió, esta vez en suma calma. En un rincón del centro de la ciudad de Bogotá, Luis Edinson Gómez, indígena del pueblo Awa, ondeaba una bandera de Colombia. Si fuera en España, llevaría una bandera republicana.
Dícen que el Estado se mofa de ellos y aprobaron la reforma fiscal. Esta marcha es significativa, y creen que es fundamental pese a que el Gobierno afirma que el pueblo marcha sin objetivo y que no han conseguido nada. El discurso beligerante, que curiosamente ha aparecido por todas partes del mundo “sin una mano aparente que lo maneje por detrás” asegura que han conseguido probarle al planeta que el pueblo colombiano anhela y desea la paz y que las malas políticas del Estado tienen descontento al pueblo. Pero lo demuestran haciendo arder al país y llevándolo a la ruina, como ya han conseguido en Chile. ¿Quien se beneficiará de todo esto? Hay que ser muy tonto o tonta, o peor aún un periodista, tertuliano o político pagado por el Globalismo para decir que será a los pobres y a los más desfavorecidos.
Muchos llevamos diciéndolo mucho tiempo, pero es difícil desadoctrinar a la manada cuando las grandes fortunas de la Globalización se han hecho con el Poder de la nueva izquierda en el planeta o la usan sibilinamente en contra de aquellos que creen representar.
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