El equilibrio en la Inteligencia Artificial: Avance tecnológico y respeto a los derechos fundamentales.
IA: Avance y derechos fundamentales
Buenos días, señoras y señores, soy Johnny Zuri, y hoy quiero dar mi opinión sobre la Inteligencia Artificial en nuestra vida cotidiana y la propuesta legislativa de la Comisión Europea al respecto.
Cuando pensamos en la Inteligencia Artificial, no podemos evitar imaginar esos robots futuristas que vemos en las películas. Pero, en realidad, la IA está presente en muchas de las tecnologías que utilizamos hoy en día. Hace un tiempo, la Comisión Europea presentó su primera propuesta legislativa sobre Inteligencia Artificial, pero ya lleva años financiando proyectos que la integran.
Uno de estos proyectos es HumanITcare, una plataforma médica que recopila datos de pacientes, como la presión arterial o la frecuencia cardíaca, mediante dispositivos como pulseras inteligentes u oxímetros. Si algo va mal, la plataforma envía una alerta, pero la decisión final siempre la toma un médico. Núria Pastor, cofundadora de la plataforma, opina que la IA ayuda en este proceso porque las alarmas proporcionadas se basan en aprendizajes sobre las enfermedades de los pacientes.
La IA permite a las máquinas analizar y aprender del entorno y tomar decisiones para alcanzar objetivos específicos. Pero, como todo, también tiene sus riesgos. Un ejemplo de esto es el control de la ciudadanía, algo que China ya aplica. Además, aunque puede aumentar la eficiencia en tareas como el cribaje de currículums, también puede reproducir sesgos existentes, como los basados en género o raza. Para evitar esto, la Eurocámara propone que la supervisión humana siempre sea una opción.
Ibán García, eurodiputado socialdemócrata, afirma que la Inteligencia Artificial debe tener siempre una perspectiva humanocéntrica y ser respetuosa con nuestros derechos fundamentales. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que la regulación excesiva de la IA podría detener su desarrollo. Estados Unidos, por ejemplo, está adoptando una fórmula que da más poder a las empresas.
John Tasioulas, profesor y director del Instituto de Ética para la IA, busca un equilibrio en este tema. “A menudo la gente cuando habla de una regulación excesiva piensa en términos económicos, que es algo que obstaculiza el crecimiento económico, pero la clave aquí es: la prosperidad económica es solo un objetivo entre otros, también hay derechos en los que tenemos que pensar. Y, a menudo, respetar los derechos significa limitar la prosperidad económica que podríamos tener de otra forma”.
Entonces, ¿cuál es el camino para seguir? La UE espera que esta nueva legislación marque el camino a nivel global, tal y como ha sucedido con la ley de protección de datos. Pero, como dijo el filósofo Aristóteles, “en el punto medio está la virtud”. Quizás necesitemos encontrar ese equilibrio entre el avance tecnológico y el respeto a nuestros derechos fundamentales.
¿Qué opinan ustedes? ¿Es posible encontrar ese equilibrio sin frenar el desarrollo de la IA? ¿Qué papel deben jugar las instituciones y las empresas en este proceso? Espero sus comentarios y reflexiones en el espacio de discusión de nuestro podcast. ¡Hasta la próxima!