The High Line
N. York cuenta con un increíble reclamo turístico, Hudson Yards, un nuevo distrito en el extremo oeste de Manhattan, a la altura de Midtown, que entre otros muchas cosas cuenta con The Vessel (la instagrameable estatua de Thomas Heatherwick) y The Shed, un nuevo centro de arte que cobija tanto exposiciones como conciertos.
Ahí mismo se halla High Line, un parque elevado de dos con treinta y tres kilómetros construido sobre una vieja vía férrea por el que a diario pasean centenares de miles de neoyorkinos y turistas que desean escapar del agobio del día tras día, que ahora cuenta con un último tramo final: el llamado The Spur (el espolón, en castellano).
The Spur cuenta con una plaza desde la que se puede observar todo lo que pasa en la Décima Avenida. Si bien lo más atractivo de este tramo perteneciente al High Line es Plinth, un punto de encuentro para los amantes del arte que cada dieciocho meses cobijará una pieza-estatua diferente. La primera de ellas lleva por título Brick House, con la que su autora, la artista Simone Leigh, rinde homenaje a la belleza afroamericana.
The Vessel va a ser uno de los rincones más retratados de esta alucinante urbe.