La facturación de Idilia Foods se ha atascado y su beneficio ha caído un setenta por ciento en apenas 4 años. La facturación se ha atascado y el beneficio de la compañía, gestionada por el reconocido independentista Javier Ferrero, ha pasado de los prácticamente sesenta y dos millones de euros de hace 4 años a los veinte millones que reflejaron en sus últimas cuentas. Javier Ferrero, que empezó a dejar ver su afinidad con el independentismo en dos mil doce al asistir a la Diada, se quedó con Cola-Cao, Nocilla y Okay bajo la firma Idilia Foods, al tiempo que la familia Ventura se quedó con la fabricación de marcas como Artiach, bajo el paraguas de la marca Adam Foods. A consecuencia de las simpatías de la familia Ferrero con el independentismo, desde aquel nefasto -para ellos- dos mil doce, las redes sociales no han parado de solicitar el sabotaje para los productos de la marca Idilia Foods.
En el año dos mil quince, Idilia Foods vendió productos de ciento setenta y siete millones de euros, al tiempo que en dos mil dieciocho esta facturación ha caído hasta los ciento setenta y cuatro millones. No obstante, no es en ese apartado donde más han apreciado el lastre, sino más bien en el de beneficios, donde han pasado de ganar sesenta y uno con cuatro millones en dos mil quince a los veinte,5 millones actuales, lo que supone un caiga del sesenta y siete por ciento en apenas 4 años.
La compañía había tenido su sede en la zona catalana desde hace más de setenta años. Desde la empresa alimenticia, explicaron que la marca Cola Cao nació en mil novecientos cuarenta y seis y a «lo largo de su trayectoria ha convivido con diferentes etapas políticas y en estos más de setenta años, ni la compañía ni la familia dueña se han posicionado jamás políticamente, centrando su actividad en realizar productos para atender la demanda de los consumidores». Por este motivo, comentaban en su escrito, aguardaban no tener que posicionarse desde determinado punto de vista político, más «ante una eficaz declaración unilateral de independencia, trasladamos nuestra sede social fuera de Cataluña con la intención de sostener la seguridad jurídica precisa para poder continuar trabajando con normalidad».