¿Debería sorprendernos que estemos obsesionados con la ciencia ficción? ¿Es obligatorio que descubra casi todo cuanto sea Neal Stephenson? Nuestras obras preferidas de ciencia ficción ahora se están convirtiendo en realidades que están impactando nuestra vida rutinaria.
septiembre 2020
¿Qué inconvenientes podríamos crear para nosotros mismos?
A través de personajes arrebatadores, tramas de suspenso y reflexiones filosóficas, empleamos la ficción sobre todo para contar grandes historias y entretener. Pero hay otro propósito, que es inspirar a la próxima generación sobre lo que la mente humana es capaz de hacer y dar forma a nuestro futuro para las generaciones venideras.
Recientemente me he encontrado con un género de ciencia ficción menos conocido llamado solarpunk. Como el cyberpunk, es un género de ficción especulativa envuelto en una estética característica que pinta una visión del futuro que podríamos crear.
Solarpunk puede ser utópico, optimista o preocupado por las luchas en el camino cara a un planeta mejor, pero nunca distópico. Conforme nuestro planeta se agita con la catástrofe, precisamos soluciones, no advertencias. Más vivir dando ejemplo, menos manitas arriba, banderas, y gretas… Más hacer, más ser, más actuar, y menos discursitos y lecciones…
La tecnología empodera al individuo.
Una gran diferencia aquí es de qué forma la humanidad elige aprovechar la tecnología. En muchos sentidos, crear y emplear tecnología es lo más natural que podemos hacer como especie. No precisamos ver la tecnología como un fenómeno extraño que nos separa de la naturaleza…
Más bien necesitamos ver a la naturaleza como un fenómeno emergente y un subproducto inevitable de todos los sistemas naturales. Nuestras esperanzas para el futuro se guían en gran medida por nuestras predicciones…
En consecuencia, se ejercita una gran presión sobre los autores que dan forma a nuestros mundos falsos, pues son los primeros en la primera línea de una guerra de ideas que compiten por acotar de qué forma podría y tendría que ser el futuro de nuestro planeta.
La mayoría de nuestras historias sobre el futuro son en gran medida distópicas. La estética del solarpunk une lo práctico con lo precioso, lo bien desarrollado con lo verde y lo exuberante, lo lumínico y coloreado con lo fácil y sólido.
El solarpunk puede ser utópico, sencillamente optimista, estar dirigido a crear un planeta mejor, y jamás es distópico. Conforme nuestro planeta se va volviendo cada vez más y más turbulento, lo que precisamos son soluciones, no solo advertencias.
Soluciones para mejorar sin comburentes fósiles. Para administrar equitativamente la escasez real y compartir abundantemente en vez de nutrir una falsa escasez y una falsa exuberancia. Para ser más cariñosos entre nosotros y con el planeta que compartimos.
El solarpunk es al tiempo una visión del futuro, una provocación reflexiva, una forma de vivir y un conjunto de propuestas realistas para lograr dicho futuro. Somos solarpunks pues nos han arrebatado el optimismo y tratamos de recobrarlo.
Somos solarpunks por el hecho de que las únicas otras alternativas son el negacionismo o bien la desesperación. En su núcleo, el solarpunk es una visión de un futuro que encarna lo mejor que la humanidad puede lograr: un planeta post-escasez.
El “punk” en solarpunk debe ver con la rebelión, la contracultura, el blog post-capitalismo, el decolonialismo y el entusiasmo. Debe ver con ir en una dirección diferente a la usual, que cada vez es más preocupante. Los entornos construidos del solarpunk están inspirados en los principios del nuevo urbanismo o bien del nuevo peatonalismo, y de la sostenibilidad medioambiental.
El solarpunk concibe un entorno construido amoldado de manera creativa para, entre otras muchas cosas, aprovechar la ganancia solar utilizando diferentes tecnologías.
solarpunk manifesto, no Cyberpunk, es el futuro que necesitamos ahora
