transporte sostenible: autopistas del cielo – A medida que la población se incrementa exponencialmente, el transporte urbano se hace cada vez menos sostenible. Como solución a esta problemática, Audi, Airbus e Italdesign, han emprendido una aventura que combina lo destacado de la industria automotriz con la aeronáutica. Un miércoles, 18 de junio del año 2040. Alejandro y Emilia son dos hombres de negocios que vuelven a Bogotá tras un viaje de negocios en Nueva York. No disponen de tiempo qué perder. Cuanto antes, tienen que llegar a su trabajo y deciden reservar desde el avión, un servicio de transporte que los esté aguardando tan rápido aterricen.
Desde arriba, la Avenida El Dorado se ve como un infinito e infernal océano de automóviles estacionados. Desde sus asientos avanzan con su trabajo en una colosal pantalla, mientras rápidamente atraviesan la localidad por la “autopista” de los aires, en su “taxi” volador. Alejandro y Emilia se bajan y solo 5 minutos después están en su trabajo, en el corazón financiero de Bogotá. Al “taxi” se suben otras dos personas a las que la voz, que es de todos modos la de un robot artificial, les da la bienvenida. Y así sucede, sucesivamente hasta que concluya el día.
El mundo se está urbanizando muy rápido y las infraestructuras terrestres no podrán por sí solas con los problemas de la movilidad. Añadir el cielo como tercera dimensión de las redes de transporte urbano va a cambiar nuestras vidas. Para abrir esta novedosa dimensión del transporte urbano, con la que se quiere crear una solución sostenible de movilidad, Airbus, Audi y su filial de diseño, Italdesign, han emprendido una aventura conjunta. Este prototipo radica en una cabina futurista, tecnológica y liviana, que puede ser fácilmente acoplada a dos módulos diferentes. El primero es el terrestre (fabricado por Audi), el segundo es el volador (construido por Airbus).
Este prototipo representa el matrimonio de la industria automotriz con la aeronáutica. Las tres compañías fusionan lo más destacado del cielo con lo de la tierra, creando así, un símbolo de elasticidad, eficacia, imaginación e independencia. Se trata de una visión que podría editar de forma determinante y persistente la vida en las urbes. Aunque el PopUp Next representa una visión del futuro y podrían pasar años antes de que este vehículo anfibio se convierta en una realidad, desde ya se planean pruebas para estudiar su factibilidad.