Conversación digital: el nuevo rostro del SEO
Cuando Google dejó de buscar y empezó a responder
Es septiembre de 2025 y todo cambia en el mundo del SEO. Lo que ayer era la obsesión de cualquier negocio digital —estar en el Top 10 de Google— hoy parece un recuerdo lejano. La palabra clave es otra: conversación. Sí, el SEO que conocíamos está enterrado, y en su lugar emerge un nuevo juego en el que ya no gana quien grita más fuerte con enlaces y posiciones, sino quien logra ser citado, escuchado y usado como referencia por las inteligencias artificiales que moldean la navegación diaria de millones de personas.
“El clic ya es un lujo.” Lo digo con la calma de quien observa un cambio de época, pero también con la ironía de saber que durante años vendimos humo en forma de backlinks y métricas infladas. Hoy, la conversación lo devora todo.
La muerte anunciada del SEO clásico
Hace tiempo Google era un buscador. Ahora, con sus AI Overviews desplegados en más del 80% de las búsquedas en Estados Unidos, se comporta más como un oráculo. El usuario escribe su duda y Google no lo manda a pasear por diez enlaces azules, sino que le responde directamente. Completo, resumido, empaquetado. ¿El resultado? Nadie hace clic. O casi nadie.
Las cifras son brutales: el CTR orgánico se hunde un 34,5% en ciertas consultas. Eso, traducido, significa que webs enteras han pasado de tener tráfico a ser páramos digitales. El tiro de gracia llegó el 14 de septiembre de 2025 con la eliminación del mítico parámetro &num=100. Aquello que permitía rastrear posiciones profundas en las SERPs murió de golpe, y las herramientas SEO quedaron medio ciegas. El posicionamiento es hoy una caja negra: o llegas al Top 20 o directamente no existes.
El negocio de los enlaces patrocinados convertido en fantasma
Aquí viene la parte más dolorosa para algunos: el mercado de los enlaces patrocinados se ha desplomado. Durante años se pagaron fortunas por esos enlaces con etiqueta rel=»sponsored», como si fueran tickets dorados al Olimpo del posicionamiento. Hoy valen lo mismo que un boleto de metro caducado. Google no les da casi transferencia de autoridad, y muchos negocios que vivían de vender estos enlaces parecen zombis que facturan sin sentido.
La lógica es clara: si Google ya responde de forma completa, ¿qué más da si tu web tiene mil enlaces? El usuario obtiene lo que quiere en la misma página de resultados, sin moverse. La conversación ha sustituido al clic como moneda digital.

La citación: la nueva divisa del SEO
Pero aquí viene el giro inesperado, el que separa a los derrotistas de los visionarios. Los AI Overviews no inventan respuestas de la nada: citan. Y lo hacen a lo grande. De media, seis fuentes por respuesta, y casi siempre enlazando no a la home, sino a contenidos profundos, específicos, útiles.
Esto es dinamita pura. Porque significa que un solo párrafo bien trabajado, con datos claros y verificables, puede colocarte como referencia en miles de búsquedas. Ser citado ahora vale más que mil enlaces comprados en blogs de dudosa reputación. Google ya no busca dominios “fuertes”, busca contenidos que suenen verdaderos, precisos y estructurados.
Adaptarse o morir: estrategias que marcan la diferencia
La receta es dura pero simple. Los medios y empresas que vivían de vender enlaces deben reconvertirse en fuentes citables. Y eso no se logra con redactores genéricos ni refritos de Wikipedia. Se logra con datos propios, investigaciones originales y expertos con nombre y apellidos.
El viejo E-E-A-T (Experiencia, Expertise, Autoridad, Confianza) cobra más fuerza que nunca. Hoy, un autor sin biografía verificable es un fantasma digital. Los algoritmos buscan señales de autoridad real: estudios citados, menciones en medios reconocidos, consistencia en la calidad.
Y además, diversificación. Porque, sorpresa, Google ya no es el único escenario. ChatGPT procesa mil millones de consultas diarias. Perplexity AI crece como la espuma. TikTok se ha convertido en el buscador favorito de la Generación Z para recetas, viajes o moda. Y los asistentes de voz suman más de 150 millones de usuarios solo en Estados Unidos. El monopolio del buscador ha terminado.
El arte de la conversación digital
Aquí está el verdadero cambio mental: el SEO ya no va de palabras clave, sino de conversaciones. No se trata de encajar “comprar zapatillas baratas” en cada párrafo, sino de responder como un humano respondería a una pregunta real.
El contenido debe sonar natural, cercano, como cuando un amigo te explica dónde comprar el mejor pan de la ciudad. La rigidez de los viejos textos optimizados es un suicidio. El usuario quiere respuestas, no sermones disfrazados de keywords.
Las empresas que sobrevivan serán las que se transformen en consultoras de conversación digital. No venderán enlaces, sino participación en diálogos. No buscarán clics, sino menciones en las respuestas de IA. Es otro negocio, más sutil, pero mucho más potente.
Nuevas métricas para un mundo sin PageRank
Si PageRank fue el rey, hoy es poco más que un recuerdo vintage. Las métricas del futuro son otras:
Porcentaje de citaciones en AI Overviews. Cuantas más veces aparezca tu marca en esas respuestas, más autoridad real tendrás.
Búsquedas de marca en alza. Que la gente empiece a buscarte por nombre propio, no solo por temas genéricos.
Engagement en plataformas conversacionales. Que tu contenido genere interacción, debate, referencias.
Menciones espontáneas. Cuando los usuarios incluyen tu marca o tu web sin que les pagues ni se lo pidas.
Oportunidades escondidas en el caos
El caos trae oportunidades. Y ahora mismo, el mercado de la creación de fuentes citables es un territorio casi virgen. Quien logre convertirse en referencia obligada en su nicho tendrá un poder que va mucho más allá del SEO clásico.
Los enlaces patrocinados no desaparecerán del todo, pero se usarán para lo que realmente sirven: tráfico directo y construcción de marca. El posicionamiento ya no se compra, se conquista con claridad y valor real.
“El SEO ha muerto, pero la conversación respira”
Hay quien llora la muerte de las viejas SERPs, como si fueran discos de vinilo olvidados en un sótano. Yo prefiero verlo como el nacimiento de algo más interesante: la conversación digital. Es más humano, más impredecible y, por qué no decirlo, más divertido.
El mensaje es simple: adaptarse o desaparecer. Los que insistan en vender enlaces como si fueran oro puro acabarán fuera del mapa. Los que entiendan que el nuevo juego es ser citados, escuchados y recordados, esos se quedarán con la mejor parte.
“El clic fue rey; hoy manda la conversación.”
“No hay muerto más vivo que el SEO, pero ahora respira a través de la conversación.”
Johnny Zuri
¿Y tú? ¿Estás listo para dejar de perseguir clics y empezar a participar en la conversación, o prefieres seguir vendiendo humo digital mientras el mercado se ríe a carcajadas?