CUANDO LA RELIGION ENTRA POR LA PUERTA LA LIBERTAD SALTA POR LA VENTANA.

CUANDO LA RELIGION ENTRA POR LA PUERTA LA LIBERTAD SALTA POR LA VENTANA.

Digo esto a propósito de las últimas reivindicaciones de los musulmanes españoles, reunidos en Murcia, pero podría argumentarlo también de otras doctrinas más “castizas”. El hecho intransigente religioso se manifiesta en hechos como el que los musulmanes sigan sin condenar públicamente el terrorismo islámico, sin embargo no dudan en reivindicar la implantación de clases de religión islámica en los centros educativos, precisamente cuando una sociedad “moderna” debería apostar por restringir las creencias particulares al ámbito de la familia o como mucho a la educación privada. ¡Que lejos estamos de comprender que el laicismo no es otra cosa que la garantía de respeto para las creencias o ausencia de ellas para todos!

El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCDE), el señor Riay Tatary, ha explicado que una de sus grandes preocupaciones es que los niños musulmanes no tengan posibilidad de dar clases de Islam en sus colegios. Argumentan que los niños si pueden dar clases de cristianismo. Lógicamente a esta conclusión llegan gracias al también argumento intransigente del catolicismo español que sigue creyendo que el espacio educativo español les pertenece, por razones históricas, de tradición, y por que si ¡cojones! que para eso somos españoles. 

Según el presidente de la UCDE, los niños musulmanes han de tener acceso a su religión en las escuelas y esto, además de un derecho es una necesidad para los alumnos musulmanes. Así entienden la integración. Y mientras tanto, en el medio, los que pensamos que quien quiera rezar o aprender a hacerlo que lo haga en su casa y no en centros públicos que pagamos entre todos.